Alburquerque, R., González Bueno, L., Lindström, K., Marín, J., Martín Laborda, P. & Palencia, R. 1991. En el aula de inglés: Metodología práctica para la enseñanza de jóvenes principiantes. Harlow: Longman. 2nd edition.
División de una unidad en distintos periodos o lecciones para su enseñanza. Por lo general, y de modo tradicional, una unidad de enseñanza de lenguas suele organizarse en tres fases o etapas principales:
- Fase de presentación.
Consiste en la introducción del material nuevo por parte del profesor de modo que al alumno le resulte lo más fácil posible comprender los significados. Los temas nuevos, orientados a desarrollar un determinado aspecto de la lengua, incluyen novedades en el nivel tanto formal como de uso y de significado, pero en esta primera etapa de carácter introductorio el profesor hace hincapié en la comprensión de los significados, de modo que las etapas sucesivas sean fácilmente accesibles para los estudiantes. Los nuevos significados pueden presentarse mediante demostraciones, mímica, gestos, dramatizaciones, haciendo referencia a los conocimientos que el alumno haya adquirido en otras asignaturas o mediante la presentación y comparación de situaciones similares en la L1 y la L2, recurriendo a la experiencia del alumno en dichas situaciones y a su conocimiento de la realidad. El alumno en esta fase desempeña un papel activo, aunque no tanto como el del profesor. Por eso es muy importante que se atraiga y mantenga su atención mediante la formulación de preguntas, empleo de material auténtico y juegos que involucren y despierten el interés del alumno en el nuevo tema.
- Fase de manipulación, fase de repetición o de práctica controlada
Durante esta etapa el alumno practica aquello que ha aprendido (el lenguaje nuevo) individualmente, en parejas o en grupo, pero guiado por el profesor. El objetivo es consolidar las nuevas estructuras y el vocabulario, corrigiendo y ayudando a los estudiantes a evitar y enmendar sus errores. Además de fijar la forma y pronunciación de los nuevos elementos lingüísticos, el profesor refuerza los conceptos que el alumno adquirió durante la primera etapa para disipar dudas y aclarar posibles malinterpretaciones. Progresivamente, las actividades prácticas realizadas por el alumno pasan a estar menos controladas. En esta fase se suelen emplear ejercicios de repetición, trabajos en parejas o en grupo que fomentan la interacción y participación activa de los alumnos, y ejercicios de vacío de información.
- Fase de producción, de comprensión y desarrollo o de práctica libre
En esta fase los alumnos trabajan por su cuenta, aplicando lo que han aprendido al desarrollo de sus capacidades comunicativas (tanto a nivel oral como escrito). La práctica se lleva a cabo en esta etapa con mayor libertad y escaso control por parte del profesor. Lo importante ahora es elevar el nivel de confianza en sus propias capacidades para que los alumnos lleven a cabo con éxito las distintas actividades de producción. Estas actividades pueden ser similares a las empleadas en la etapa anterior, si bien con distinto enfoque en cuanto al papel del profesor, que se limitará a presentar la actividad dejando que sea el propio alumno quien decida qué recursos lingüísticos va a emplear, y en cuanto a su finalidad, que será no de consolidación o refuerzo, sino comunicativa y de producción. Son actividades de práctica libre las dramatizaciones y las simulaciones, las actividades en grupo o los juegos comunicativos.
Matthews, A., Spratt, M. & Dangerfield, L. (eds.) 1985. At the Chalkface. London: Edward Arnold.