Refuerzo educativo

Medida ordinaria de atención a la diversidad que afecta a elementos no prescriptivos del currículo. Suele traducirse en un conjunto de actividades y estrategias destinadas a corregir las deficiencias o dificultades de aprendizaje del alumno. Dichas deficiencias, que se manifiestan en el grado de consecución de los objetivos previstos para un determinado periodo (ciclo, curso, trimestre, etc.), pueden deberse a diferentes factores, por ejemplo, a limitaciones personales del alumno (físicas o psíquicas), o a su historia escolar. Es por ello que las medidas a adoptar variarán dependiendo del tipo y magnitud de la carencia o dificultad, y de las causas que la originan. Normalmente, estas medidas se aplican en el tercer nivel de concreción del currículo: así, dentro de las unidades didácticas que conforman las programaciones de aula, se puede recurrir a la diversificación de estrategias, actividades y materiales didácticos, de manera que mediante vías diferentes todo el alumnado pueda acceder a los contenidos básicos: por ejemplo, utilizar un ejercicio de elección múltiple, un texto con huecos en blanco y una dramatización para completar la explicación del pasado simple en inglés.

No obstante, para aquellos casos en que los recursos ordinarios no sean suficientes, el diseño curricular base contempla también medidas específicas más drásticas, como la permanencia un año más en el mismo curso, o las adaptaciones o reorganizaciones curriculares, que consisten en eliminar o incluir algún objetivo o contenido, o ampliar las actividades en determinadas áreas. Este sería el caso, por ejemplo, de estudiantes con deficiencias auditivas, que no pueden trabajar al mismo ritmo que los demás algunos de los contenidos de áreas como la Lengua extranjera, y que, por el contrario, necesitan la introducción de otros contenidos, como los referentes a los lenguajes de signos.