Doff, A. 1988. Teach English: A Training Course for Teachers. Cambridge: Cambridge University Press.
Registro escrito del desarrollo de una unidad didáctica, con el propósito de obtener una visión clara de lo que el docente piensa enseñar en la clase. Una programación bien elaborada supone un instrumento pedagógico de suma importancia para el profesor, pues le ayuda a reflexionar y decidir qué es lo que va a hacer y cómo. Algunos docentes consideran útil revisar la misma después de la clase con el fin de evaluar lo que se ha hecho y comprobar hasta qué punto se han logrado los objetivos propuestos en cada etapa de la clase. Las programaciones pueden ser de carácter semanal o diario, pudiendo variar en la forma en que están escritas, según las preferencias y experiencia de cada docente: desde apuntes detallados que contienen los objetivos de cada etapa, hasta un esquema corto de las actividades a realizar. Una programación de una unidad didáctica debe al menos incluir los siguientes apartados:
- Objetivos. Lo que el profesor piensa enseñar y lo que espera que los estudiantes hayan aprendido al final de la clase.
- Procedimientos. Fases o etapas de la unidad para poder lograr los objetivos anteriores. Es preciso tener en cuenta el orden que se va a seguir, así como el tiempo aproximado previsto para cada una de ellas.
- Actividades para cada etapa.
- Materiales didácticos: encerado, casete, reproductor de CD, vídeo, retroproyector, fotografías, fichas y ejercicios elaborados por el propio docente y/o los alumnos, etc.
- Información sobre el alumno. nivel de la clase, libro de texto que utilizan, cómo se inserta esta unidad didáctica dentro de su programa de curso, y qué conocimientos previos se considera que traerán los alumnos a la clase.
- Problemas que se pueden anticipar, es decir, reflexionar un poco sobre aquello que podría salir de una forma distinta a lo previsto, con el fin de saber resolver la situación si llegase el momento. Algunos estudiantes, por ejemplo, pueden terminar las tareas antes que otros o el tiempo de realización de una actividad puede ser menor del que se pensaba en un principio.
Una programación debería servir como guía al profesor y no convertirse en un conjunto de reglas fijas. Un buen docente sabe estar abierto a las posibles incidencias y cambios que puedan surgir a lo largo de la clase y adaptarse a ellos sin perder por completo el objetivo y dirección de la misma.
A continuación presentamos una ficha sencilla que pudiera servir como modelo orientativo.
PROGRAMACIÓN Libro de texto: __________________________ Unidad: _______________________________ Fecha: ________________________________ Grupo: ________________________________ Objetivos generales: __________________________________________________________ Temporalización:______________________________________________________________ |
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Actividad |
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Contexto |
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Materiales |
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Exponentes lingüísticos |
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Destrezas |
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Tiempo necesario |
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Problemas que se anticipan |
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Conocimientos previos de los estudiantes |
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Deberes / Trabajo del alumno en casa |
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Comentarios sobre el desarrollo de la unidad |
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Actividades de refuerzo |
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Evaluación del alumno y del desarrollo de la unidad |
Estaire, S. & Zanón Gómez, J. 1990. “El diseño de unidades didácticas mediante tareas. Principios y desarrollo.” Comunicación, Lenguaje y Educación 7: 35-57.
Estaire, S. 1990. “La programación de unidades didácticas a través de tareas.” Cable 5: 28-39.
Gower, R., Phillips, D. & Walters, S. 1995. Teaching Practice Handbook. Oxford: Heinemann.
Ur, P. 1996. A Course in Language Teaching – Practice and Theory. Cambridge: Cambridge University Press.