Ovejero Bernal, A. 1990. El aprendizaje cooperativo. Barcelona: PPU.
Método de enseñanza y aprendizaje de lenguas en el que las clases se organizan de modo que el alumno trabaja en grupos reducidos dentro de los cuales se establecen relaciones de interdependencia positiva e interacción social, se comparten responsabilidades y objetivos en los procesos de enseñanza-aprendizaje, y también objetivos de aprendizaje; los resultados surgen de la cooperación entre los distintos componentes del grupo. Además, el trabajo en grupo disminuye la competitividad negativa y fomenta la colaboración e integración de quienes lo forman, y repercute positivamente en el proceso de aprendizaje, aumentando así su efectividad. Cada individuo es una pieza fundamental dentro del grupo y cuando este realiza progresos el grupo también progresa; de esta manera aumenta su autoestima y confianza en sí mismo, al tiempo que la colaboración fortalece los vínculos de relación entre los componentes del grupo.
Existe una diferencia importante entre los grupos de aprendizaje tradicionales y los de carácter cooperativo; mientras que los primeros suelen ser de naturaleza homogénea (todos sus miembros comparten metas y tienen un nivel de aptitud semejante), los segundos tienden a integrar a discentes de diversas características (nivel de aptitud, rapidez de asimilación de enseñanzas, etc.) y promueven el liderazgo compartido, que implica un mismo grado de responsabilidad y participación en las actividades de aprendizaje llevadas a cabo por el grupo, así como el mantenimiento de unas buenas relaciones dentro del mismo. Además, en los grupos tradicionales, el docente sigue teniendo un papel dominante dentro de la situación de aprendizaje. En cambio, en un grupo de aprendizaje cooperativo, el profesor pasa a desempeñar la función de supervisor, “facilitador” del aprendizaje o guía que articula el trabajo del grupo, fomentando la participación dinámica de cada uno de sus miembros. Para implementar el aprendizaje cooperativo hay que tener en cuenta aspectos como los que siguen:
- la especificación y secuenciación de los objetivos didácticos;
- el tamaño del grupo;
- la distribución de los alumnos en los distintos grupos (formación de grupos heterogéneos u homogéneos);
- la disposición del espacio físico del aula;
- la planificación del material didáctico para fomentar la interdependencia;
- la asignación de roles y distribución de responsabilidades individuales;
- la explicación de las tareas al alumno;
- la distribución de las responsabilidades individuales;
- la organización de la cooperación intergrupal;
- el control de la conducta de los alumnos;
- la ayuda al alumno en la realización de las tareas; y
- la evaluación de la calidad y cantidad del aprendizaje así como del funcionamiento del grupo.
El aprendizaje cooperativo está relacionado con los conceptos de interacción en grupos pequeños, y los métodos de enseñanza centrados en el alumno.
Oxford, R. L. 1997. “Cooperative Learning, Collaborative Learning, and Interaction: Three Communicative Strands in the Language Classroom.” Modern Language Journal 81: 443-456.