Allan, M. 1986. Teaching English with Video. Harlow: Longman.
Medio audiovisual cada vez más utilizado en la enseñanza de lenguas, sobre todo a partir de la amplia difusión y la gran versatilidad de los formatos digitales. Es una fuente excelente de lengua oral auténtica. Al ser un medio visual facilita la comprensión y la memorización. El poder ver a las personas que hablan y el contexto en que lo hacen ayuda al alumno a recordar la situación y el lenguaje utilizado. Además, se puede inferir gran cantidad de información a través de los gestos y el lenguaje corporal.
El vídeo puede motivar mucho al alumno, sobre todo si las actividades están bien concebidas y planificadas por parte del profesor. Para que el material seleccionado sea apropiado el personal docente debe tener en cuenta la edad, los intereses y las necesidades del alumno, además de su nivel de conocimientos.
Las películas y otros programas audiovisuales que no hayan sido concebidos para la enseñanza de una segunda lengua pueden resultar útiles porque motivan al alumno a comprender, dado el alto contenido de drama, acción y/o humor aportado. Aunque no siempre es imprescindible buscar una tarea para acompañar la actividad, se corre el riesgo de que, si el vídeo no va acompañado de actividades antes, mientras o después de verlo, los estudiantes se aburran o al menos no obtengan todo el partido que se espera de esta ayuda didáctica.
Cooper, R.; Lavery, M. & Rinvolucri, M. 1991. Video. Oxford: Oxford University Press.
Geddes, M. & Sturtridge, G. (eds.) 1982b. Video in the Language Classroom. London: Heinemann.
Leaney, C. & Strange, J. 1987. Video in Action. Cambridge: Bell Educational Trust.
Tomalin, B. & Stempleski, S. 1990. Video in Action. New York: Prentice Hall International.