Deuchar, M. 1984. British Sign Language. Londres: Routledge and Kegan Paul.
También lengua de signos.
Lenguaje empleado por los individuos que forman parte de las distintas comunidades de sordos para comunicarse entre sí. Esta lengua se basa en el empleo de las manos, la expresión facial, e incluso otros modos de expresión gestual tales como la mímica o la expresión corporal.
Al igual que la lengua hablada, el lenguaje de signos consta de elementos léxicos y gramaticales, y de reglas gramaticales. En cuanto a los elementos léxicos y gramaticales que conforman el vocabulario de los lenguajes de signos, estos también son arbitrarios y varían de una comunidad a otra, incluso dentro de un mismo país o región. Así pues, los signos empleados en Estados Unidos para designar el concepto “padre”, el verbo “ser” o la conjunción “pero” no son los mismos que los que se emplean en España, por ejemplo. Incluso dentro de un mismo país estos signos varían de una región a otra y de una comunidad sorda a otra. Pero del mismo modo que sucede con la lengua hablada, dentro de cada país y para otorgar uniformidad y cohesión al lenguaje de signos, existe un lenguaje de signos estándar que se suele tomar como punto de referencia a la hora de impartir clases de lenguaje de signos tanto a personas sordas como a oyentes.
Con respecto a la utilidad del lenguaje de signos, existe una gran controversia dentro de la comunidad de sordos y entre las personas implicadas en su educación: los manualistas están a favor del lenguaje de signos mientras que los oralistas están en contra. Estos últimos consideran que, al comunicarse a través del lenguaje de signos, los sordos se limitan a interactuar solamente con las personas que conocen ese lenguaje; como consecuencia, sus posibilidades de comunicación con el mundo exterior se ven seriamente reducidas.
Rodríguez González, M. A. 1992. Lenguaje de signos. Barcelona: Confederación Nacional de Sordos de España/Fundación ONCE.
Schlesinger, L. N. 1978. Sign Language of the Deaf: Psychological, Linguistic and Chronological Perspectives. New York; London: Academic Press.