Richards, J. C. & Rodgers, T. S. 1986. Approaches and Methods in Language Teaching: A Description and Analysis. Cambridge: Cambridge University Press.
Programa de enseñanza destinado al personal militar y desarrollado a partir de 1942 por universidades americanas a petición del gobierno, con motivo de la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo era que los alumnos adquirieran conocimientos especializados en diversos campos científicos y técnicos (ingeniería, química, etc.), así como un dominio de varias lenguas extranjeras (alemán, francés, italiano, chino, japonés, etc.) a nivel conversacional. Para la enseñanza de lenguas se adoptó el sistema de aprendizaje conocido como método del informante, una técnica que había sido desarrollada por Bloomfield y otros lingüistas para que los investigadores pudieran aprender las lenguas que estudiaban. El método se basaba en el contacto oral con la lengua objeto de estudio y en la enseñanza intensiva. No se utilizaban libros de texto, y se recurría a un hablante nativo –el informante– que proporcionaba vocabulario y oraciones para imitar, y a un lingüista que, sin necesidad de conocer la lengua, estaba entrenado para obtener del informante las estructuras básicas y para supervisar el proceso de aprendizaje. De este modo, estudiantes y lingüista aprendían los puntos básicos de la gramática de la lengua y participaban en conversaciones guiadas. Los cursos de aprendizaje tenían una duración de seis semanas, en las que se dedicaban diez horas diarias al estudio (actividades individuales y ejercicios de repetición con los hablantes nativos), seis días por semana. El ejército empleó este método con grupos reducidos de adultos muy motivados, obteniendo excelentes resultados en los dos años que duró su puesta en práctica. En los años siguientes, lo que se dio en llamar método del ejército sería objeto de debate, estudiándose su aplicabilidad en la enseñanza convencional de idiomas. A pesar de carecer de una teoría metodológica desarrollada, el enfoque oral e intensivo propuesto por el método del ejército se reconoció como una interesante aportación a la enseñanza de lenguas extranjeras.