Teoría de adquisición de segundas lenguas, propuesta por Anderson (1976, 1980, 1983), según la cual la capacidad para realizar una actividad se desarrolla en dos fases:
- fase declarativa, en la que la información se almacena en forma de hechos; y
- fase autónoma, en la que los datos se estructuran en forma de procesos de fácil acceso.
Este modelo de adquisición de lenguas se basa en la distinción entre conocimiento declarativo y conocimiento de procedimiento o procedimental. El primero se adquiere de forma repentina e se puede comunicar de modo verbal; el segundo se adquiere de modo gradual, a medida que se va desarrollando la destreza, y no se puede comunicar de forma verbal. El paso del conocimiento declarativo al procedimental se desarrolla en tres etapas:
- Etapa declarativa. La información se almacena en forma de hechos; por ejemplo, el aprendiz puede ser consciente de que waited en inglés se compone de wait- y -ed, y, con todo, puede no ser capaz de producir esta forma.
- Etapa asociativa. El estudante utiliza la composición (es decir, varias producciones directas se combinan en una), así como un proceso mediante el que una regla general se aplica a un ejemplo concreto; por ejemplo, el aprendiz conoce en inglés waited y stopped por separado y llega a la conclusión de que añadiendo -ed se puede formar el pasado simple, por lo que en esta etapa pueden producirse errores como *doed.
- Etapa autónoma. La producción lingüística se generaliza, y el discente es capaz de saber cuando se deben emplear formas específicas. Los hablantes nativos de una lengua alcanzan la etapa autónoma, mientras que los aprendices de una segunda lengua solo suelen alcanzar la etapa asociativa.
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